Pruebas no funcionales de software

Pruebas no funcionales de software

En el mundo del desarrollo de software, lograr que una aplicación “funcione” ya no es suficiente. Hoy, la verdadera calidad se mide no solo por lo que el sistema hace, sino también por cómo lo hace. Aquí es donde entran en juego las pruebas no funcionales de software: un conjunto de evaluaciones críticas que permiten validar el rendimiento, la seguridad, la escalabilidad y la experiencia de usuario de una aplicación.

En este artículo explicamos qué son estas pruebas, cómo se diferencian de las pruebas funcionales, qué tipos existen, por qué son indispensables para cualquier proyecto serio, y cómo en BLACKFOR las integramos en cada etapa del desarrollo para garantizar soluciones sólidas y listas para el entorno real.

¿Qué son las pruebas no funcionales?

Las pruebas no funcionales son aquellas que evalúan el comportamiento del sistema bajo condiciones específicas, sin centrarse en la lógica funcional. Es decir, no analizan si una función entrega el resultado esperado, sino cómo responde esa función en términos de velocidad, resistencia, usabilidad o seguridad.

Estas pruebas ayudan a responder preguntas como:

  • ¿El sistema responde rápido incluso bajo carga? 
  • ¿Es intuitiva la experiencia para el usuario final?
  • ¿Puede soportar cientos o miles de usuarios simultáneos?
  • ¿Está protegido contra ataques o fugas de datos?

Su propósito es claro: asegurar que el producto sea competitivo, confiable y agradable de usar, más allá de su funcionalidad básica.

¿Cómo se diferencian de las pruebas funcionales?

En las metodologías de calidad de software, solemos distinguir entre pruebas funcionales y no funcionales.

Tipo de pruebaFuncionalNo funcional
PropósitoVerifica que el software haga lo que debe hacerEvalúa cómo se comporta el software bajo distintas condiciones
EjemploEl botón “comprar” ejecuta correctamente la transacción¿La compra se procesa en menos de 2 segundos incluso con 1,000 usuarios conectados?

Aunque ambas son fundamentales, las pruebas no funcionales cobran especial relevancia en las etapas previas al despliegue, ya que permiten identificar cuellos de botella, problemas de escalabilidad o riesgos de seguridad.

¿Qué son los requisitos no funcionales?

Los requisitos no funcionales son atributos de calidad que definen cómo debe comportarse un sistema. No están ligados a una tarea específica, pero son cruciales para garantizar una experiencia satisfactoria y segura.

Algunos ejemplos:

  • Rendimiento: El sistema debe procesar 10,000 transacciones por minuto
  • Escalabilidad: La arquitectura debe permitir añadir servidores sin rediseño
  • Mantenibilidad: El código debe estar documentado y seguir estándares
  • Seguridad: Protección contra inyecciones SQL y cifrado de datos sensibles

Según ISO/IEC 25010:2011, estos atributos forman parte del modelo de calidad del software y son esenciales para evaluar su eficacia global (International Organization for Standardization, 2011).

Tipos de pruebas no funcionales más importantes

Estos son los tipos más relevantes de pruebas no funcionales que deberías implementar en cualquier desarrollo serio:

  1. Pruebas de rendimiento: Evalúan tiempos de respuesta y estabilidad con diferentes cargas. Incluyen pruebas de carga, estrés y volumen.
  2. Pruebas de seguridad: Detectan vulnerabilidades, evalúan protocolos de autenticación y protegen los datos.
  3. Pruebas de usabilidad: Determinan si el sistema es fácil de usar, accesible y comprensible para usuarios reales.
  4. Pruebas de compatibilidad: Verifica que el sistema funcione correctamente en distintos navegadores, sistemas operativos o dispositivos.
  5. Pruebas de escalabilidad: Miden la capacidad del sistema para crecer sin perder estabilidad ni rendimiento.
  6. Pruebas de confiabilidad (fiabilidad): Evalúan la estabilidad del sistema bajo uso prolongado y condiciones normales.
  7. Pruebas de recuperación: Simulan fallos para verificar si el sistema puede volver a su estado funcional sin pérdida de datos.
  8. Pruebas de mantenibilidad: Analizan qué tan fácil es modificar el código sin introducir errores nuevos.

¿Por qué son críticas las pruebas no funcionales?

Numerosos fallos en sistemas tecnológicos modernos no se deben a errores funcionales, sino a deficiencias en rendimiento, usabilidad o seguridad. Algunos ejemplos:

Un e-commerce que colapsa en días de alto tráfico como el Black Friday
Una app que tarda 5 segundos en cargar y pierde usuarios en los primeros clics
Un sistema que permite acceso no autorizado a datos personales

De hecho, se estima que los fallos de software en EE. UU. causaron pérdidas de más de $1.7 billones en 2020, muchos de ellos ligados a deficiencias no funcionales (Tricentis, 2020).

¿Cuándo implementar estas pruebas?

La mejor práctica es incluirlas desde etapas tempranas del desarrollo, como parte de un enfoque de testing continuo. Sin embargo, su aplicación se intensifica en la fase de preproducción.

Herramientas útiles incluyen:

  1. JMeter y LoadRunner para pruebas de carga
  2. OWASP ZAP para pruebas de seguridad
  3. Lighthouse para medir usabilidad y accesibilidad
  4. BrowserStack para pruebas multiplataforma

Buenas prácticas para asegurar calidad

Para que las pruebas no funcionales realmente aporten valor, es fundamental seguir ciertas prácticas clave. Lo primero es definir métricas claras y alcanzables para cada tipo de prueba. Siempre que sea posible, es recomendable automatizar los procesos para ganar eficiencia y reducir errores humanos.

Además, es importante replicar condiciones similares a las del entorno de producción, incluir usuarios reales en las pruebas de usabilidad, y monitorear el rendimiento de forma continua para anticiparse a posibles fallos.

BLACKFOR: calidad de software que trasciende

En BLACKFOR entendemos que un buen software no solo debe funcionar, sino también rendir, escalar y mantenerse seguro. Por eso, las pruebas no funcionales son parte esencial de cada uno de nuestros desarrollos.

Ya sea que inicies un sistema desde cero o busques optimizar una solución existente, estamos listos para ayudarte a garantizar calidad más allá del código.

La diferencia está en los detalles que no se ven
Las pruebas no funcionales son las que aseguran una experiencia estable, rápida y confiable. 

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